Pensar nos hace infelices. Pero darle mil vueltas a las cosas nos hace darnos cuenta realmente de todo lo que en un futuro valdrá la pena.
Puede que la felicidad sea tan solo una actitud, o puede que sea en efecto, una emoción. Pero... si las emociones son temporales, en tal caso no podemos aspirar a la felicidad como única meta inalcanzable. Porque aspirar a algo efímero y no infinito, no tiene sentido. Aspirar a algo durante toda tu vida, y que solo dure un instante... Es, en cierto modo, instintivo.
Deberíamos tener metas, eso está claro. Mas, no tan utópicas, si no que deberíamos tener sueños y dejarlos marchar, para más tarde recogerlos de nuevo y ver que se han hecho realidad. E ir coleccionando momentos de efímera felicidad, coleccionar recuerdos. Eso si tiene sentido...
Y en cierto modo nada lo tiene.
Sé, por experiencia, que soñar despierta es algo que puede parecer infinito, es abstracto, es un mito idealizado, que nos abraza y nos enreda.
Sé que una vez que te abstraes del mundo es difícil regresar a la tierra. Sé que mirar las nubes rosadas y violeta del atardecer es un torbellino de emociones y esperanza para el alma, cuya existencia se siente cerca pero es tan lejana, como una estrella de mar a una cometa.
Sé muchas cosas, comparadas con no saber nada. Y tal vez esta sea la mayor muestra de ignorancia que pueda ofrecer. Pero, no lo sé, no sé que decir.
No sé si ser o no ser.
No sé cómo expresar un sentimiento, ya que pienso demasiado en cosas, como por ejemplo; el pasado.
Por qué simplemente no lo entiendo. Pero, ya me he dado cuenta de que ayer solo es un recuerdo, bueno o malo. Y mañana, tal vez, el cielo esté nublado. Pero hoy no hay razón para no ser lo que soy, y no lo que fui, ni tampoco el qué seré.
Solo ser, ser infinita en cada instante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario